De la vid a la copa, Castillo de Aresan está comprometido con todas las etapas de elaboración del vino: viticultor, enólogo, embotellador y distribuidor. Un dominio de principio a fin.
Basándonos en nuestro arraigo regional y el savoir faire de nuestros equipos, nuestra misión es ofrecer toda la especificidad y autenticidad del terruño a través de nuestros vinos.
Tras un año de trabajo cuidando las viñas a través de las cuatro estaciones llega el esperado momento de la vendimia. Elegir la fecha de vendimia de cada parcela es una decisión muy importante para cosechar uvas de calidad en el momento óptimo de maduración, apuntando a vinos de alta calidad y equilibrados.
En Castillo de Aresan, las uvas se vendimian y vinifican siguiendo una estricta selección parcelar, lo que significa que cada parcela se vendimia y vinifica por separado para preservar la tipicidad y el carácter de cada variedad de uva. Para la vinificación de nuestros vinos blancos y rosados, utilizamos la estabilización en frío, que consiste en enfriar los mostos antes de la vinificación para preservar al máximo el potencial aromático de cada vino. Para nuestros vinos tintos, optamos por la maceración prefermentativa en frío de las uvas para obtener un lindo color y extraer todo el potencial de la fruta, conservando la frescura. Varios vinos envejecen en barrica de roble francés, bajo un estricto control.
“Trabajamos en cada parcela aplicando nuestro saber hacer y un gran cuidado para expresar lo mejor del potencial”
En nuestra bodega, las técnicas de vinificación combinan técnicas tradicionales con otras más modernas. Nuestra enóloga y su equipo supervisan cuidadosamente cada fase del proceso de elaboración del vino. Garantizar la calidad de un buen vino es nuestra prioridad.
Al combinar los orígenes internacionales de nuestros equipos con la diversidad de los terruños de Villarrobledo, Castillo de Aresan pretende casar tradición y modernidad y transmitir lo mejor del espíritu de Castilla la Mancha.